En San Miguel, en Maranga, a la altura de la cuadra cuatro de la Av. Los Patriotas, en la zona donde vivo, específicamente en el parque que está al frente de mi casa, llamado el parque Ayacucho, han habido más de diez robos en julio. Cuatro de estos fueron a casas, de las cuales se robaron lo más importante en tan sólo 2 minutos como máximo. Por otro lado, los robos de dos carros fueron a mano armada. A un chico lo calatearon cuando se iba a un quinceañer; lo dejaron en calsoncillo y medias, ¿qué risa, no? Sí, claro. Mis tíos , abuelos y primos se iban de paseo al Country Club Santa Rosa de Quives el domingo 8 de agosto, hace un par de días. Poco antes de salir, a las 6:30 am apróximadamente, escucharon los gritos de una chica. Cuando salieron, sólo pudieron escuchar el testimonio del vigilante: a la chica la han arrastrado por los suelos para robearle, decía tembloroso. Un joven que regresaba feliz y contento del gimnasio le robaron su maletín y sus zapatillas. Muy cerca de ese robo, a un chico le han robado sus zapatillas. A la vuelta de mi casa, una señora escuchó ruídos en la noche en el primer piso de su vivienda. Bajó y se encontró con dos ladrones con los fierros que habían palanqueado la puerta de su casa. Éstos, al verla, salieron disparados, pero se llevaron parte del botín que esperaban, entre lo que se puede contar la laptop de mi amigo, hija de esta señora. Gracias a Dios no le pasó nada a esta señora.

Los sospechosos son un grupo conocido por mi casa: 'Los Torres'. Por si acaso, los 'marcas' no son los únicos, existen muchos otros, como éstos.

Ante esto, y como era de esperarse, la gente vive con pánico. Los vecinos no quieren salir a la calle. Cualquier podría pensar que vivo en los barracones del Callao, pero no. Ni siquiera en los barracones de San Miguel. Vivo en una de las zonas más residenciales de San Miguel. Y sí, aquí ha ocurrido todo eso. Por ahora.

Los vecinos han construido muros en la entrada de sus casas. Se tiene que gastar en movilidad para los pequeños y jóvenes que están en el colegio por temor a que les roben o les suceda algo peor. Pero ante todo esto, me pregunto algo: ¿Dónde está Heresi?

Me pregunto si le importará un poquito, al menos, lo que nos está pasando, tan sólo un poco. O, de repente, está muy ocupado con su postulación a la reelección por la alcaldía de San Miguel.

Parece que el "buen alcalde Heresi", "el que mantiene a San Miguel seguro" desaparece porque está ocupado por no dejar su oficina desde la cual, al parecer, no le interesa un comino lo que le pase a sus vecinos.